Tangos y aires criollos en una voz exquisita
En su flamante disco “Y voy cantando al andar” (Acqua Records, 2014), Raquel Buela muestra un notable conocimiento del género, una voz cultivada por el estudio y una búsqueda personal a la hora de abordar cada tema.
Abre el trabajo una creación de Jorge Luis Borges y Astor Piazzolla, “Alguien le dice al tango”, en una deliciosa versión, que entre sus versos dice: “Buenos Aires no te olvida, / tango que fuiste y serás”. Desde este punto de partida, Raquel nos propone un viaje por distintos paisajes y estados de ánimo a través de un selecto repertorio. Piezas de distintas épocas se amalgaman con acierto, y de este modo, brillan tanto los compositores clásicos —Alfredo Le Pera, Carlos Gardel, Cátulo Castillo, Aníbal Troilo, Homero Manzi y otros— como los nuevos creadores: Alejandro Szwarcman, Néstor Basurto, Raimundo Rosales, Héctor Negro y Carmen Guzmán.
Al abordar “Niebla del Riachuelo” la artista revive, con perfecto fraseo y tono emotivo, los versos de Enrique Cadícamo, musicalizados por Juan Carlos Cobián. El tango “Soledad”, de Alfredo Le Pera y Carlos Gardel, es otro acierto interpretativo, al igual que “Desde el alma”, “Malena”, “Quedémonos aquí” y “Mi vieja viola”.
De lo más nuevo se destacan: “Milonga para Pablo”, de Alejandro Szwarcman y Néstor Basurto; “Soy de un lugar”, de Raimundo Rosales y Carmen Guzmán; y la milonga “Y voy cantando al andar”, de Héctor Negro y Carmen Guzmán.
Raquel amplia sus horizontes incorporando temas con aires criollos, como la milonga “Campo afuera” y la milonga candombe “Míreme pasar, compadre”, reflejando el diálogo vigente entre lo rural y lo urbano. Aquí vale la pena destacar la huella “De ida y vuelta”, de Roberto Yacomuzzi y Lalo Molina, en un elegante dúo con el tenor Marcelo Balsells. Imperdible.
Este nuevo trabajo contó con la dirección musical de Osvaldo Burucuá (guitarra) y la participación de los músicos Francisco Pancho Rodríguez (guitarra), Ernesto Chino Molina (bandoneón), Claudio Méndez (piano), Horacio Cacoliris (percusión) y Marcelo Balsells (voz invitada). La grabación, la mezcla y la masterización estuvieron a cargo del músico Néstor Basurto en Estudios El Yeite. El diseño del disco pertenece al Estudio ZkySky. La producción general está a cargo de la propia cantante, y eso se nota en cada detalle.
Raquel Buela es sin duda una brillante artista contemporánea del dos por cuatro, que posee un estilo personal que honra lo mejor de nuestra tradición y muestra la vigencia del tango.
Al abordar “Niebla del Riachuelo” la artista revive, con perfecto fraseo y tono emotivo, los versos de Enrique Cadícamo, musicalizados por Juan Carlos Cobián. El tango “Soledad”, de Alfredo Le Pera y Carlos Gardel, es otro acierto interpretativo, al igual que “Desde el alma”, “Malena”, “Quedémonos aquí” y “Mi vieja viola”.
De lo más nuevo se destacan: “Milonga para Pablo”, de Alejandro Szwarcman y Néstor Basurto; “Soy de un lugar”, de Raimundo Rosales y Carmen Guzmán; y la milonga “Y voy cantando al andar”, de Héctor Negro y Carmen Guzmán.
Raquel amplia sus horizontes incorporando temas con aires criollos, como la milonga “Campo afuera” y la milonga candombe “Míreme pasar, compadre”, reflejando el diálogo vigente entre lo rural y lo urbano. Aquí vale la pena destacar la huella “De ida y vuelta”, de Roberto Yacomuzzi y Lalo Molina, en un elegante dúo con el tenor Marcelo Balsells. Imperdible.
Este nuevo trabajo contó con la dirección musical de Osvaldo Burucuá (guitarra) y la participación de los músicos Francisco Pancho Rodríguez (guitarra), Ernesto Chino Molina (bandoneón), Claudio Méndez (piano), Horacio Cacoliris (percusión) y Marcelo Balsells (voz invitada). La grabación, la mezcla y la masterización estuvieron a cargo del músico Néstor Basurto en Estudios El Yeite. El diseño del disco pertenece al Estudio ZkySky. La producción general está a cargo de la propia cantante, y eso se nota en cada detalle.
Raquel Buela es sin duda una brillante artista contemporánea del dos por cuatro, que posee un estilo personal que honra lo mejor de nuestra tradición y muestra la vigencia del tango.